lunes, 14 de julio de 2025

 

Texto curatorial de obras

 

"Sé que mi discurso sobre el tiempo está en el tiempo; sé, pues, que el tiempo existe y que se mide. Pero no sé ni lo que es el tiempo ni cómo se le mide: ¡Ay de mí, que ni siquiera sé lo que no sé!"

Agustín de Hipona: Confesiones

 

La exposición titulada “¿Qué hacemos con el tiempo que nos queda?” reúne obras de doce artistas internacionales que, configuran, operan o tocan, desde distintas dimensiones narrativas en torno a la temporalidad, posibilidades performáticas, instalativas, simbólicas y/o rituales para pausarlo, detenerlo, transmutarlo, amplificarlo o habitarlo. Así, esta variedad de perspectivas artísticas, propone al espectador desplazamientos sensibles que emplazan hacia un recorrido temático y disciplinar transversal para evocar la apropiación de la pregunta convocante, a través de prismas tan distantes como contemporáneos. 

Aaron Terry propone una dinámica lúdica relacional en cuatro obras, invitando a que los espectadores intervengan gráficamente una serie de cartas correspondientes a diversos cerros, dejando un recuerdo territorial. Tras esto, la carta debe ser dejada en una caja y retirar un billete de fantasía, donde el recuerdo dibujado y su valor de cambio, se subjetivizan, para aperturar narrativas alternativas al relato histórico dominante.

Alonso Yáñez en la obra instalativa “Abundancia fragmental” cita elementos arquitectónicos neoclásicos de figuración mandálica, desde cuyo centro emerge crin de caballo. Allí el autor emplaza la pregunta sobre la temporalidad de la cosmética de interioridades que brotan y sus aparentes decoraciones y decoros.

Angie Bonino, en sus obras “Coreografía de las sombras” y “Los antiguos cuentos”, organiza dibujos a mano alzada de tanques y aviones en torno a un mapa mundial y locaciones urbanas sobre superficies de puzles con una inquietante escritura en su base. Con esta agrupación de obras busca generar imágenes mentales de un realismo espectral que empujen al espectador a reflexionar sobre la geopolítica contemporánea, máquinas homicidas y su descarnada literalización en disputa por los tiempos.

 

Antonio Guzmán presenta la instalación “Cómo enseñar (arte) a un conejo de peluche” compuesta por “Astay” un video-performance acompañado de una escultura en madera. Ambas obras traen consigo citas icónicas del siglo XX: un poema de José María Arguedas, leído en quechua y la obra de Joseph Beuys explicando arte a una liebre muerta. En este cruce intensifica, irónicamente, complejidades contemporáneas sobre la práctica educativa y artística.  

 

Carine Valette desde un arte relacional realiza la instalación titulada “Tomar un t”, en un gesto performático de ralentizar tiempos contemporáneos de excesos de consumo y acumulación de plásticos, contaminantes del medioambiente. La artista invita a detenerse a tomar un té, conversar, escribir o ir limpiando restos de animales marinos, frente a un “reloj de arena”, que, en su flujo, visibiliza el microplástico recogido en la playa.

Cesar González, con su obra “residuos de la memoria”, invita a la reflexión sobre el patrimonio histórico en la articulación de objetos fragmentarios y residuales, planteando sígnicamente la posibilidad de re-crear un horizonte distinto como legado real para la reconstrucción de la memoria.

Christian Romo en la instalación “Tiempos sedimentarios” hay una serie de piedras cortadas y talladas manualmente que muestran el interior del proceso escultórico. Estas piezas suspendidas en diagonal e iluminación lateral, proyectan sus sombras hacia el muro, sugiriendo recorridos contemplativos en interacción táctil. Esta poética de la piedra pendiendo, reflexiona e intensiona escultóricamente una inscripción existencial tocante a una temporalidad física trascedente e inenarrable.

Gustavo Ávila presenta la obra pictórica de gran formato “Valpo ignífugo”, decenas de apuntes gráficos surgidos en su elaboración y un texto poético contextual de las obras. En estas imágenes elabora una trama gestual y cromática del barrio puerto, que, devastado por el fuego, su arquitectura, como huella y signo, interroga por el sentido de la ruina y su habitabilidad memorable en tanto lugar.

Mariela Leal muestra un grupo de siete esculturas blandas llamada “Mascota Atemporal ‘ironía de los perros eternos’" que representan múltiples perros con gesticulaciones humanoides para invertir el sentido del observador- observado. Estas figuras reconocidas como “fieles compañeros” del humano, son emplazadas metafóricamente hacia el lugar del espectador, devolviendo la imagen distópica de quien interroga sobre el sentido de lo visto.

Mauricio Riquelme Rojas/Zatanio Arr presenta proyectadas tres videoarte de la serie “Gnosis personal no verificable y raíces”. Esta serie se gestó desde una trama de performances rituales realizadas en territorios ancestrales, y refieren a un proceso individual dentro de la etnogénesis diaguita del artista. Junto a esta triple proyección, muestra dos obras bidimensionales de fotoperformance intervenidas y una arqueológica poética constelativa de la ritualidad performática, cuya temporalidad lunar sugiere una mirada autoetnográfica hacia la raíz.

Roberto Acosta en El paisaje de la migración, presenta una obra en offset de imágenes de un paisaje fragmentado y una xilografía-monotipo, realizadas a partir de una vista satelital del desierto que rodea a Colchane (frontera norte de Chile). La primera va acompañada de textos alusivos al acto migratorio y la segunda es intervenida instalativamente con la proyección de frases e imágenes relativas a la política-poética territorial. El artista nos lleva hacia una geo-estética del migrar como movimiento y metáfora topográfica que interroga por el tiempo.

Otro Captore, presenta “Restos” que es un grupo de sintografías intervenidas con collage digital y sublimadas en tela, producidas con un modelo generativo entrenado con 250 imágenes de catálogo médico sobre la piel humana y 211 palabras que forman el núcleo del espacio semántico del tiempo usando un modelo FLUX. 1.  Con estas imágenes la artista reflexiona la corporalidad rota, abyecta y residual ante el tiempo lineal del progreso y sus construcciones biopolíticas.

De manera general, el carácter instalativo-experimental predominante en esta exhibición, es señalética de un estado introspectivo ante la imprevisible temporalidad contemporánea, donde las obras artísticas, como praxis, son abordajes pensativos, en diálogo con los propios tiempos que les acogen.

Lucía Rey Orrego

Co-curadora


 

Nombre del proyecto 

¿COMO USAMOS EL 

TIEMPO QUE NOS QUEDA?

Curador: Henry Serrano

VALPARAISO-CHILE

Fecha:17 de julio al 16 de agosto 2025

Donde: Galería Municipal de Artes de Valparaíso, Chile. KILOMETRO 1.680

Condell 1550 Valparaíso

 

¿Qué es BIENALSUR?

Una extensa propuesta para el arte, la cultura y el pensamiento contemporáneo.

Desde el sur del mundo hacemos BIENALSUR, organizada por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), universidad pública de Argentina, la Fundación Foro del Sur y una red de instituciones públicas y privadas en más de 80 ciudades de 30 países.

Una bienal distinta: descentralizada, democrática, horizontal y humanista que abarca las temáticas del mundo actual. Desde su Km 0, el MUNTREF (Museo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero) Sede Hotel de Inmigrantes, en la Ciudad de Buenos Aires, hasta Tokio, Japón, BIENALSUR traza una nueva cartografía para el arte contemporáneo que se extiende a través de 18.370 kilómetros, conectando simultáneamente espacios de arte, creadores, públicos y comunidades de todos los continentes.

En el año 2015 se realizaron una serie de reuniones Sur Global que dieron inicio a un proyecto dinámico que tiene una base fuerte en los diálogos, intercambios y presentaciones que integran un programa público diverso y sostenido. Esta fue la base sobre la cual se construyó BIENALSUR.

La primera edición se llevó a cabo en el año 2017 con la participación de más de 400 artistas en alrededor de 80 sedes en 34 ciudades de 16 países. En 2019 el mapa se expandió a 112 sedes de 47 ciudades en 21 países y en el 2021, a pesar de la pandemia, se desarrolló en 120 sedes de 48 ciudades en 24 países de América, Asia y Europa. En las tres primeras ediciones participaron más de 1800 artistas de todo el mundo. En 2023 la cuarta edición de BIENALSUR se desarrolló en más de 70 ciudades de 28 países en los 5 continentes. Con la participación de más de 700 artistas y 64 curadores.

En vinculo desde la primera versión de Bienalsur, la ciudad de Valparaíso viene trabajando colaborativamente, con el artista y curador independiente Henry Serrano, con diversos proyectos el primero fue ¿Qué Hacer?, Travesía 0 y este 2025 con el proyecto ¿Cómo usamos el tiempo que nos queda?.Bienalsur ha sido fundamental para recuperar y actualizar la Bienal Internacional de Artes de Valparaíso constituyéndose en un socio clave para el desarrollo y desafíos futuros de la bienal de Valparaíso, desde la perspectiva del Sur global.

 

 

 

¿Cómo Usamos el Tiempo que Nos Queda?

El proyecto invita a una profunda reflexión sobre la naturaleza de la existencia y la finitud de la vida.

Considerar la noción del tiempo como un recurso limitado. En un mundo donde la productividad y el éxito a menudo se miden en términos de logros tangibles, esta pregunta nos confronta con la urgencia de nuestras elecciones. ¿Estamos utilizando nuestro tiempo de manera que refleje nuestros valores y deseos más profundos? enfatizando la importancia de la autenticidad y la conciencia de nuestra propia mortalidad. Reflexionar sobre el significado del tiempo en nuestras relaciones interpersonales. En un mundo cada vez más digitalizado y acelerado, ¿estamos dedicando tiempo de calidad a las personas que amamos? Un enfoque en las capacidades humanas, podría sugerir que el tiempo que elegimos pasar con los demás es fundamental para el florecimiento humano. La calidad de nuestras interacciones puede ser tan significativa como cualquier logro personal. Considerar el tiempo desde una perspectiva ética. ¿Qué hacemos con el tiempo que nos queda no solo para nosotros mismos, sino para la comunidad y el mundo en general? La filosofía ética contemporánea, como la ética del cuidado, nos recuerda que nuestras acciones tienen un impacto en los demás. Así, la pregunta se convierte en un llamado a la responsabilidad social: ¿cómo podemos utilizar nuestro tiempo para contribuir al bienestar colectivo?

"¿Qué hacemos con el tiempo que nos queda?" es una pregunta que nos invita a reflexionar sobre la autenticidad, las relaciones y la responsabilidad. Nos desafía a vivir de manera consciente y a hacer elecciones que no solo nos beneficien a nosotros, sino también a quienes nos rodean. reflexiona sobre la sociedad contemporánea y cómo la sobreabundancia de información y la presión por ser productivos afectan nuestra percepción del tiempo. Vivimos en una era de "sociedad del rendimiento", donde el tiempo se convierte en un recurso que debemos maximizar constantemente. En este contexto, podría argumentar que es crucial encontrar momentos de pausa y reflexión, para reconectar con nosotros mismos y con lo que realmente valoramos.

El tiempo que nos queda no solo debe ser utilizado para el crecimiento personal, sino también para cuestionar y desafiar las estructuras sociales y políticas que nos rodean. El tiempo puede ser una oportunidad para la transformación social, sugiriendo que debemos usarlo para involucrarnos en causas que promuevan el cambio, enfatizando la importancia de vivir una vida plena y significativa. Ella podría argumentar que el tiempo que nos queda debe ser utilizado para cultivar nuestras capacidades humanas, como la empatía y la compasión. Abogar por promover un enfoque en las relaciones interpersonales y el desarrollo de las virtudes, sugiriendo que el tiempo se debe dedicar a lo que realmente nos hace humanos. Finalmente este proyecto se cobija reflexivamente desde el "sur global" o pensamiento latinoamericano desde una perspectiva que busca valorar y promover las realidades, culturas y saberes de los países del hemisferio sur, especialmente de América Latina. Este enfoque pretende interpelar a las narrativas dominantes que a menudo provienen del norte global, proponiendo una visión más inclusiva y diversa del mundo.

HENRY SERRANO 

CURADOR

 

 

 

 ¿CÓMO USAMOS EL TIEMPO QUE NOS QUEDA?

El proyecto es una invitación a detenernos y cuestionar la manera en que habitamos el presente. A través de la mirada de artistas visuales contemporáneos, esta exposición busca ser un espacio de encuentro desde lo global, un diálogo y provocación en el escenario del arte contemporáneo chileno/internacional.

En un mundo donde el tiempo es un recurso cada vez más escaso y valioso, "¿Cómo usamos el tiempo que nos queda?" se presenta como un proyecto de arte contemporáneo que invita a reflexionar sobre cómo usamos el tiempo que nos queda. A través de una serie de obras que exploran la relación entre el tiempo, la memoria y la experiencia humana, este proyecto busca generar un diálogo sobre la forma en que percibimos y utilizamos nuestro tiempo.

Fechas: 17 de julio al 16 de agosto 2025

Inauguración: 17 de julio 2025, 18h.

CURADOR

Henry Serrano (CHL)

Co/Curaduría: Lucía Rey (CHL),

ARTISTAS:

Gustavo Ávila (CHL)

Otro Captore (CHL)

César Gonzáles (CHL)

Antonio Guzmán (CHL)

Mariela Leal (ARG),

Christian Romo (CHL),

Aaron Terry (USA)

Carine Valette (FR)

Alonso Yañez (CHL)

Angie Bonino (PER)

Roberto Acosta (CHL)

Mauricio Riquelme (CHL)